martes, 7 de febrero de 2017




El 27 de enero último se cumplieron 5 años del fallecimiento del sacerdote rafaelino Hernán Pérez Etchepare, quien contaba con 47 años y residía en Buenos Aires.
En la liturgia cotidiana del mes de enero de la editorial San Pablo, la hermana María Sara Kloster HSP escribió una semblanza titulada "¡Gracias Hernán, por ser sacerdote paulino!"
Hermano, compañero y amigo siempre fiel./ Esperaba, creía amaba y rezaba./
Reconfortaba a cada uno que se le acercaba./ Nada le impedía para dialogar con cualquiera./ Amaba remitiendo a todos al Dios de la misericordia./ No envidió nunca a nadie, porque su amor no se lo permitía.
Pedía perdón cuando creía haber ofendido./ Enriquecía con su bondad, serenidad y paz./ Rezar era su ocupación principal y primera./ Expresión de Dios era en sus gestos y palabras./ Zarandeaba cuando era necesario, para quien lo necesitaba.
Elogiaba los trabajos de quienes colaboraban con él./ Transparente y trabajador en bien de los demás./ Cultivaba la solidaridad y el diálogo con todos./ Humilde, modesto, sencillo, generoso y muy humano./ Emprendedor para extender el reino de Dios./ Ponía humor donde había tensión, discordia y amargura./ Altruista, creativo, caritativo y agradable sin medida./ Realista, comprensivo, leal e inteligente./ Entero, equilibrado, íntegro y amante de las plantas.
¡¡Hernán tan querido!!/ Dios fijó su mirada en la Familia Paulina/ y nos miró uno por uno/ y te encontró a vos justo y maduro/ para el cielo, al país de la vida,/ desde donde nos sigues amando a todos/ con un amor pleno, sin medida.

SENCILLO Y BUENO
A decir verdad, era una persona muy sencilla y buena, que le gustaba dialogar sobre distintos aspectos de la vida, pero con una mirada de fe, apuntando al bien común. Lo conocí personalmente en el 2º Congreso de Comunicadores Católicos realizado en junio de 1999 en Rosario y cada tanto solíamos encontrarnos para charlar en esta ciudad.
Había realizado los estudios primarios en la ex Normal (Centenario), los secundarios en la ex Nacional (Luisa Raimondi). En nuestra ciudad, viven sus familiares directos. Su papá fue el recordado doctor Manuel Pérez Foulkes.
Mientras estudiaba Derecho en Santa Fe, Pérez Etchepare conoció a la congregación las Hijas de San Pablo y le encantó la vocación paulina, sumándose a la Congregación Sociedad de San Pablo desde 1986, donde comenzó sus estudios eclesiásticos y la formación religiosa paulina. Estudió en Córdoba y Teología en la Pontificia Universidad Católica de Chile, país en el que vivió unos 6 años, siendo ordenado sacerdote en Buenos Aires en 1998. También se especializó en Relaciones Públicas y Ceremonial Empresario.
En una entrevista en el suplemento “La Palabra” del diario LA OPINION publicada el 16 de junio de 2009 había expresado que “comunicamos la palabra de Dios, valores y tratamos de cultivar todo lo bueno que ofrece nuestra sociedad y lo potenciamos a través de nuestras ediciones”.
Fue director de la revista mensual “La liturgia cotidiana” que incluye las lecturas de cada día con sus comentarios y un editorial firmado por el fallecido, y también tenía a su cargo la hojita de “El domingo” que se distribuye en las misas del fin de semana, entre otros servicios.
En la columna editorial del mes de febrero de 2012 de la citada revista había titulado “Prejuicios”, señalando que “necesitamos poner al diferente, a la víctima, al necesitado no en la vereda de enfrente sino en la propia, porque en definitiva somos distintos y el prejuicio no nos deja ver la riqueza que tiene cada uno en la construcción de un mundo mejor”.
Era consejero y secretario provincial de la mencionada congregación. Entre sus actividades pastorales se destacaba por su trabajo en los encuentros ecuménicos con otras confesiones, especialmente el judaísmo. Era promotor de la poesía argentina.

Fuente : http://diariolaopinion.com.ar/noticia/172470/recordando-al-sacerdote-hernan-perez-etchepare

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