miércoles, 11 de abril de 2018






Este año se conmemoran los 50 años de la muerte del Padre Pío y los 100 años de la aparición de los estigmas. En ocasión de dicho aniversario, su corazón visitará la Ciudad de Buenos Aires. La reliquia es una parte del miocardio en la que se dio el fenómeno místico de transverberación experimentado por San Pío en el año 1918. La reliquia estará expuesta para la veneración de los fieles del 19 al 25 de abril.

La vocación del Padre Pío

El Padre Pío –hijo espiritual de San Francisco de Asís– fue el primer sacerdote en llevar en su cuerpo los estigmas de la Pasión de Cristo. Hijo de Grazio Forgione y Maria Giuseppa Di Nunzio, nació el 25 de mayo de 1887 en Pietrelcina, un pequeño pueblo de Benevento. Desde una edad muy temprana comenzó a experimentar apariciones de la Virgen y de Jesús.
El 6 de enero de 1903, a los dieciséis años, entró en la orden de los Capuchinos. Fue ordenado sacerdote en la Catedral de Benevento el 10 de agosto de 1910. El 4 de septiembre de 1916, llegó al convento de San Giovanni Rotondo donde permaneció hasta el 23 de septiembre de 1968, día de su fallecimiento. El Santo Capuchino era un hombre de profunda oración a la que le dedicaba la mayor parte del día. El resto de la jornada la dedicaba a la confesión, la dirección espiritual y a brindar ayuda a lo más pobres, hasta el punto de solicitar la construcción de un hospital frente al convento. Fue la vida de unión con Dios y de entrega al prójimo la que lo hizo santo y no sus dones sobrenaturales. La Santidad no es otra cosa que unirse a la Voluntad Divina.

Sus dones místicos

Desde su infancia, el Padre Pío fue adornado por dones sobrenaturales. Desde muy pequeño podía ver a Jesús y a la Virgen y recibir sus revelaciones. Lo más sorprendente fue no solo recibir las señales de la Pasión de Cristo –los estigmas– sino también sentir su dolor. La mañana del 20 de septiembre de 1918, cuando rezaba delante del Crucifijo del coro, el Padre Pío recibió los estigmas.
En una carta al Padre Benedetto, con fecha 22 de octubre de 1918, cuenta: “¿Qué  cosa os puedo decir a los que me han preguntado cómo es que  ha ocurrido mi crucifixión? ¡Mi Dios que confusión y que humillación yo tengo el deber de manifestar lo que Tú has obrado en esta tu mezquina criatura!” Estas heridas sangrantes lo acompañaron hasta el día de su muerte sufriendo los mismos dolores que Cristo sufrió durante su Pasión. El Padre Pío tenía también el don de la bilocación que le permitía estar en dos lugares al mismo tiempo. Dios le había dado la gracia de poder leer la conciencia de las personas y el don de la profecía. Fue así como le reveló al joven sacerdote Karol Wojtyła que sería Papa. Día tras día, cientos de fieles se acercaban para ver y recibir consejos del Padre Pío.

La herida de amor de su corazón

Él mismo nos cuenta este hecho místico“Estaba yo confesando a nuestros muchachos en la tarde del día cinco, cuando, de repente, me sentí dominado por un extremo terror a la vista de un personaje celeste que se me presentaba ante la vista de la inteligencia. Tenía en su mano una especie de arnés, instrumento semejante a una larga lámina de hierro, con una punta muy afilada y que parecía que de esta punta saliese fuego. Ver todo esto y observar cómo dicho personaje lanzaba dicho arnés con gran violencia sobre el alma, fue todo una misma cosa. Lancé un muy apurado lamento; me sentí morir. Dije al niño que en aquellos momentos estaba confesando, que se retirara porque me sentía mal y no podía seguir las confesiones”. A través de este don, el Santo Místico se sintió abrazado por un gran amor a Dios.
El Padre Pío murió el 23 de septiembre del 1968 y fue canonizado en el año 2002 por el Papa Juan Pablo II. En marzo de 2008, el cuerpo del Santo fue exhumado y –para la admiración de los Capuchinos– estaba casi intacto. El cuerpo incorrupto se encuentra para la veneración en San Giovanni Rotondo.

Programa de la vista de la reliquia a Buenos Aires

La Sagrada Reliquia llegará el 19 de abril a la Catedral de Buenos Aires y estará allí hasta el 20 de abril. El sábado 21, permanecerá en la Basílica de Luján y luego visitará el Santuario de Nuestra Señora de Pompeya. El lunes 23, estará en la Basílica de la Piedad en Capital Federal. Al día siguiente, visitará a los niños del Hospital Garrahan. La despedida del Corazón de Padre Pío será el 25 de abril en la Catedral de Buenos Aires.

Fuente : Gonzalo Roselli de www.italiani.it
"Questo articolo è proprietà esclusiva di Italiani.it ed è stato pubblicato il giorno 5 Aprile 2018 su www.itbuenosaires.it. La sua riproduzione senza questa dicitura è vietata." 
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