domingo, 6 de enero de 2019

Italianos,

Este año, por primera vez, despues de treinta y cinco años, -ya tantos han pasado desde la muerte de Humberto II-, he querido esperar para dirigirles mi pensamiento y mis deseos. 
He querido esperar para escuchar y para leer.
He escuchado discursos y palabras y he leido escritos y comentarios.
Hice bien.
Me he reforzado en la convicción de dejar de lado, por una vez, las cuestiones contingentes, para presentarles una reflexión: los valores fundacionales de nuestra sociedad y de nuestra vida de individuos y de pueblos - la libertad, la autoridad, el deber, la confianza, el sacrificio, el honor, la tradición, la memoria - que constituyen, todos juntos, el resultado de siglos y siglos de historia común, estan expuestos a un ataque de proporciones jamas conocidas en la forma y en la sustancia.
Los instrumentos principales son la burla y el desprecio: la falsa tolerancia se ha convertido en la mas despiadada de las intolerancias.
Increible pero cierto, el ataque viene - quizás por primera vez - tambien desde adentro de nuestro mundo, esto es de muchos - hombres e Instituciones - que, por el contrario, deberían defenderse y defendernos.
El llamado: conscientes de todo esto, movilicemonos todos y todos juntos para la defensa y la reafirmación de los valores y de la función de aquella que una vez fue llamada ''cristiandad'', despues convertida en ''cristiandad occidental'' y finalmente el ''occidente'', combatamos para que la prepotencia de ''pocos'' fuertes no prevalezca sobre la impotencia de tantos debiles. El tunel es largo y oscuro pero tenemos que tener la fuerza de recorrerlo y reencontrar la luz.
Una nota: se ha querido celebrar el centenario del 1918 como ''fin de la guerra mundial'' sin referencia alguna a la ''Victoria'' y hemos debido soportar que se recordase silenciado los 150 años de la muerte de un genio universal como Gioachino Rossini, ¡que ha tenido mas honores en el exterior que en su propia Patria!
A todos, en Italia, en el mundo, civiles, militares, en particular a aquellos que sufren las consecuencias de las grandes tragedias que nos han golpeado el año pasado, que sufrieron los efectos del desorden civil, que padecen los efectos económicos y sociales de una crisis que parece no tener fin, que temen por el futuro de los hijos, a todos aquellos dirijo mi deseo de haber pasado -a pesar de todo -una Navidad serena y expreso mis votos de un 2019 mejor.
A todos - de nuevo - mi cordial, agradecido, sentido y afectuoso saludo.

       Amadeo de Saboya

Castiglion Fibocchi,
6 de enero de 2019,
En el día de la Epifanía de Nuestro Señor

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