lunes, 1 de febrero de 2021

 



The Epoch Times del 6 de enero de 2021


Por Ezequiel Toti

Articulista de The Epoch Times Italia y Propietario de Traditio Magazine


Mientras con apatía y sin gran revuelo el mundo contemplo como Nueva Zelanda aprobaba el aborto por nacimiento parcial (donde el bebe puede ser asesinado durante el propio trabajo de parto) la Argentina juega su ultima carta en su sector pro-vida apelando a la inconstitucionalidad de la ley.

Dicha ley sancionada por el Senado el 30 de diciembre de 2020 que permite el aborto hasta la semana 14 no podría haberse logrado sin el apoyo del Presidente Fernández y entre otras por la organización International Planned Parenthood, la multinacional abortista que admitió públicamente hace algunos días el haber financiado y promovido a los referentes pro-aborto durante los últimos quince años.

La Argentina, parte vital de la pro-vida Sudamérica, pasa ahora a ser parte de la agenda mundial que se resigna a las falsas soluciones que conllevan siempre muerte y poco tardara si sigue este proceso en pedir la legalización de la eutanasia.

A esto no podría haberse llegado sin la genérica, tibia y a destiempo, respuesta del Papa Francisco y sus obispos.

La lucha provida que es un reflejo de una lucha global con dos visiones de mundo distintas sin embargo cuenta con valedores tales como Donald Trump, no solo el primer presidente de los Estados Unidos que participa en una marcha por la defensa de la vida sino también el primer presidente de ese pais desde 1980 que no inicia una guerra en su primer mandato.

Esto es algo que el establishment mediático no destacará pero que valorara sin dudas el ciudadano americano promedio, aquel que quiere una vida sencilla y apacible viviendo el ''sueño americano'' lejos de las luces de Hollywood.

Trump tuvo todo en contra, y sin embargo ha demostrado sustancialmente el haberse comportado de una manera auténticamente pacifica, defendiendo la libertad y la sacralidad de la vida inocente, a diferencia de su predecesor quien con el silencio mediático es el responsable de 6000 civiles muertos en medio oriente y 8 millones en el seno materno (con el famoso escandalo de la venta de órganos incluido).

Logre o no demostrar un fraude electoral tiene la victoria moral de haber ido contracorriente del mundo moderno sin hacer caso a la tiranía de lo políticamente correcto, reafirmando lo que otros lideres no se animan o no quieren: la sacralidad de toda vida humana, porque toda vida vale.

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