Un 24 de marzo de 1999 comenzaba el bombardeo a Belgrado a manos de la OTAN dejando las siguientes consecuencias:
Entre 1500 y 2000 muertos
79 niños muertos
Se dispararon 50000 proyectiles
Dejaron caer 25000 toneladas de explosivos
Se derrumbaron 60 puentes
Se destruyeron 300 fábricas
Se dañaron 190 escuelas y 20 hospitales
280000 serbios y demás ciudadanos no albaneses debieron abandonar Kósovo y Metohija
La pérdida material se estima entre 30 y 100 millones de dólares
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