La Pascua del Señor, para un Cristiano, es el "memento" (recordatorio) por excelencia, la imagen absoluta del sentido de nuestra vida sobre esta tierra; el pasaje hacia la Vida sin fin.
Cada año, en estos días, intercambiamos de hecho deseos de renacimiento, en correspondencia también del renacer estacional de la naturaleza, en el encanto de las infinitas pequeñas maravillas que no dejan jamás de sorprender.
Este año tal vez es un poco menos simple, porque cotidianamente tenemos delante de nuestros ojos imágenes en las cuales, un año atrás, no habríamos creído, pese a todo.
La situación actual no debe sin embargo desmotivarnos.
El empeño que debemos prefijarnos es el de sustituir el sentimiento de desesperación (lo contrario a la esperanza), transmitido muy seguido por los instrumentos de información, con el conocimiento que este empeño en lo cotidiano para sembrar el Bien en nuestro paisaje, es un deber hacia uno mismo y el prójimo.
La vida es un don por el cual es justo cada día agradecer, dando valor a la nuestra como a la del prójimo.
Solo así entre las personas podrán darse las premisas para un dialogo profundo, auténtico y constructivo...
Instrumento indispensable también para la obtención de una paz duradera, basada en el respeto y la justicia.
A nombre de todo nuestro Movimiento cultural, Croce Reale - Rinnovamento nell Tradizione, hacemos llegar a todos ustedes y vuestros seres queridos nuestros mejores saludos de restauración espiritual y moral.
Feliz Santa Pascua de Resurrección y de Vida.
La Presidencia Federal Internacional
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