lunes, 27 de enero de 2014


Hoy se cumplen dos años del fallecimiento del sacerdote paulino Hernán Pérez Etchepare, quien al momento de su defunción esperaba la autorización de sus superiores para convertirse en socio honorario del movimiento Rinnovamento nella Tradizione.
                Caracterizado por no usar siempre el alzacuellos y gran amante de la poesía, el párroco fue director de la revista mensual “La Liturgia Cotidiana”, la editorial que se encarga además de la “Hojita del Domingo” -el folletín que se entrega los domingos en misa-, y pertenecía a la Congregación Pío Sociedad de San Pablo, donde realizó su formación religiosa paulina y estudió filosofía. También se formó en Teología  y se especializó en Relaciones Públicas y Ceremonial de Empresas.
                 Su principal colaboradora, Elsa Lorences de Llaneza, recordó que cuando conoció al sacerdote, éste se mostró “acogedor, campechano, abierto, joven y risueño” y resaltó que  “a todo el mundo los recibía de la misma manera”.
Además, destacó que poco antes de su muerte, cuando ya su salud se encontraba frágil, el padre le regaló una planta: “Nunca en diez años me había ofrecido ninguna. Sentí dentro de mí que era su despedida. Sabiendo como las adoraba le dije que me la ofrezca otro día, pero él eligió tres y me las regaló. Cuando me estaba yendo, me abrazó y me dijo: ‘Sos una buena mina’. Esta última frase y sus plantas fueron todo su legado en mis diez años a su lado”.

                Por su parte, la editora de Traditio Eva Lucero de Ortega, muy cercana a Pérez Etchepare, sostuvo que “recordarlo será como evocar a la alegría evangelizadora de la cultura, a la ternura gozosa de los hermanados en Cristo”. Además concluyó: “a dos años de su partida a la Casa del Padre, permanecen vigentes los momentos vividos en el Café del Abrazo Literario de la Editorial San Pablo''.

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