martes, 23 de octubre de 2018







Como todos los 23 recordamos al Santo de Pietrelcina, el Padre Pío

''...Otras veces, en cambio, me sucede que me encuentro en una gran aridez de espíritu; siento que mi cuerpo se halla en un gran hastío a causa de sus muchas enfermedades;siento que me es imposible poder recogerme y hacer oración, por muy buen deseo que tenga.
Este estado de cosas se va intensificando cada vez más, tanto que, si no me muero, es un milagro del Señor. Después, cuando al esposo celeste de las almas le agrada poner fina este martirio, me manda de repente tal devoción de espíritu que me es imposible resistir. En un instante me encuentro totalmente transformado, rico de gracias espirituales y tan fuerte como para desafiar a todo el reino de Satanás.Lo que sé decir de esta oración es que me parece que el alma se pierde totalmente en Dios, y que saca más provecho en esos momentos que lo que podría conseguir en muchos años de intentarlo con todas sus fuerzas...''

(1 de noviembre de 1913, al P. Benedetto da San Marco in Lamis, Ep. I, 420)-

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