jueves, 1 de agosto de 2019








Entre el 1 y el 2 de agosto, como todos los años, los fieles contamos con la indulgencia de La Porciúncula (Porziuncola en italiano) tambien denominado ''El Perdón de Asís''.

¿Que es el Perdón de Asís?

En 1216 San Francisco de Asís en La pequeña Iglesia de La Porziuncola, vio en sus tronos a Jesús y María.

Jesús le pregunto qué Gracia quería para las personas y San Francisco pidió entonces piedad por los hermanos pecadores y por todos aquellos arrepentidos que pisaran ese lugar, para que tengan el perdón por lo que hayan cometido.

El Señor le respondió: ‘’ Lo que me pides, oh hermano Francisco, es grande, pero de mayores cosas eres digno y mayores tendrás.
Recibo entonces tu oración, pero con la condición que mañana a mi Vicario en la tierra, y de mi parte, le pidas esta indulgencia’’.

San Francisco no dudó y a la mañana siguiente se fue a Perugia a encontrar al Papa Honorio III, ya admitido en audiencia le expuso su solicitud, la misma era novedosa dado que hasta ese momento se estilaba el cumplimiento de un peregrinaje penitencial, los argumentos de Francisco convencieron al Papa y su Cardenales.

Así el Papa Honorio III, el 2 de agosto, promulgo el El Gran Perdón para cada año de las culpas en el cielo o la tierra, para todo aquel que haya viajado penitencialmente a este templito franciscano.

Posteriormente la indulgencia fue extendida a todas las Iglesias franciscanas y mas adelante a todas las parroquias.

Las condiciones son:
-   Visitar la Iglesia de La Porziuncola o una Iglesia parroquial entre el mediodía del 1 de agosto y la medianoche del 2 de agosto.
-   Renovar la profesión de Fe recitando un Credo, Padre Nuestro, Ave María y Gloria por las intenciones del Papa.
-   Recurrir al Sacramento de la Reconciliación (confesión) asistir a la Misa y recibir la Sagrada Comunión dentro de los ocho días precedentes o sucesivos a la visita.


La Indulgencia puede ser ofrecida para las almas del purgatorio y de nuestros fieles difuntos.

Que Nuestra Madre la Virgen de Lujan y el Seráfico San Francisco de Asis nos guien de la mano para obtener esta Gracia.

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