Así como las personas no entran en guerra con el fin de gozar de la guerra, sino para salvarse de la guerra, así nosotros no entramos en este mundo con el fin de gozar de este mundo. La gente va a la guerra por causa de algo más grande que la guerra. Así nosotros también entramos a esta vida temporal por causa de algo aun mayor: por la vida eterna. Así como los soldados piensan con alegría en regresar a casa, así también los cristianos constantemente recuerdan el final de sus vidas y su retorno a su patria celestial.
Fuente: San Nicolás de Serbia. Pensamientos acerca del Bien y el Mal.
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