De entre estos pueblos precolombinos en nuestra Patagonia se vio enaltecido hasta el mayor logro humano, el de la santidad, un príncipe cacique cuya fiesta solemne celebramos el día de hoy.
¿Que nos diría el Beato Ceferino hoy?
Tal vez comenzaría recordándonos que la unidad de los argentinos es un factor clave que nos fortalece ante los enemigos visibles e invisibles.
Nos recordaría que la protección de la identidad de los pueblos es un derecho, pero también que la bandera de todo este pueblo es una sola y es sagrada.
Con amor a su pueblo y sus tradiciones nos diría que debemos hacernos cargo con responsabilidad del cuidado de la belleza de la creación sin llegar al extremo de endiosar a la creatura en lugar del Creador, y que el ser humano hecho a imagen y semejanza de ese Creador y con una dignidad inherente solo por ser humano debe también ser cuidado desde la concepción hasta su muerte natural.
Como católico converso y como alguien que padeció una larga enfermedad seguramente nos recordaría el aceptar las cruces con altura moral y ofrecer en sacrificio los dolores a Dios por los demás con verdadero altruismo dejando de lado la obsesión por la búsqueda de la felicidad a toda costa en este efímero paso, y ante todo nos diría que la raíz de todos los males es el pecado (del que ya nadie habla).
En suma, nos invitaría a todos los nacidos en esta buena tierra a no caer en el fatalismo y nivelar hacia abajo, sino que con su ejemplo y el de otros tantos argentinos que nos coronaron de gloria en este mundo transitorio y en el Cielo, nos invitaría aspirar alto y con compromiso ciudadano buscar soluciones, o por lo menos no aumentar la división.
Ezequiel Toti
Rinnovamento nella Tradizione - Croce Reale
Presidente para la Argentina y Vicepresidente Internacional
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