A 15 años de su elevación a la Silla Petrina recordamos al Santo Padre Benedicto XVI con una reflexión suya que refleja su incansable lucha contra el relativismo.
«Un Jesús que está de acuerdo con todo y con todos, un Jesús sin su santa ira, sin la dureza de la verdad y del verdadero amor, no es el verdadero Jesús tal y como lo muestra la Escritura, sino una caricatura suya miserable. Una concepción del «Evangelio» en la que ya no existe la seriedad de la ira de Dios, no tiene nada que hacer con el Evangelio bíblico. Un verdadero perdón es algo completamente distinto de una débil permisibilidad. El perdón está lleno de pretensiones y compromete a los dos: al que perdona y al que recibe el perdón en todo su ser. Un Jesús que aprueba todo es un Jesús sin la cruz, porque entonces no han necesidad del dolor de la cruz para curar al hombre. Y, efectivamente, la cruz cada vez más viene excluida de la teología y falsamente interpretada como un mal suceso o como un acontecer puramente político.»
Joseph Ratzinger, Mirar a Cristo, pág. 83
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