haytham shaer
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Hace 20 años, un ingeniero nuclear libanés tuvo una visión del santo y un milagro reconocido por la Iglesia, y afirma haber recibido este mensaje suyo
Oriente Medio no se ha librado de la Covid-19, todo lo contrario. Con una deuda pública y un déficit disparados, una crisis económica ya importante, una difícil situación política y cientos de miles de refugiados sirios sobreviviendo como pueden en campamentos en todo el país, sólo le faltaba al Líbano la llegada del coronavirus. Qué decir de Irán, Irak, Siria…
En este tiempo ha aumentado entre los cristianos de Oriente Medio la devoción a san Charbel, el eremita maronita más famoso del mundo, cuyo santuario es un importante centro de peregrinación.
Reunimos a continuación parte del contenido de un mensaje que san Charbel habría dado a Raymond Nader, ingeniero nuclear y actualmente director general en Telelumiere, primera emisora de TV cristiana del Líbano.
Raymond Nader es conocido por haber tenido una visión del santo, quien habría dejado marcada su mano en el brazo de Nader como señal de la autenticidad de su visión.
El camino de vuestro gólgota es largo, y la cruz de Cristo en este oriente es también vuestra cruz.
Los años venideros serán duros como dura es la cruz. La violencia llena la tierra, todos caerán bajo el peso del miedo, y la tristeza llenará los corazones… pero ustedes permanezcan en la fe.
Tomen la cruz de Cristo con alegría y valor, y no piensen en quienes se burlan de ustedes por esto… la historia de la salvación está escrita con las lágrimas de la conversión y de la oración. Y solo los fieles valientes por la fe tienen estas lágrimas.
Tomen la cruz y caminen tras las huellas de Jesús, y María estará contigo igual que estaba cerca de Él. Y cada vez que te sientas herido ofrécelo a las heridas de Jesús. Cada vez que seas perseguido, vuelve a levantarte y di: para tu gloria, Jesús.
Tu debilidad es para ser vencida y no para ser causa de lamentaciones. Cuando lleves la cruz de Jesús vencerás la debilidad, no te derrotará el cansancio, y caminarás con paciencia y firmeza y silencio. Y cuando llegues, tu alegría será inmensa, y será mil veces más grande que cualquier cansancio experimentado en el camino.
La faz de la tierra cambiará, pero ustedes conserven el rostro de Cristo.
Fronteras y sistemas humanos desaparecerán, y otros nuevos vendrán, y pueblos caerán bajo su peso. Pero ustedes, que su amor no tenga límites, y que su comunidad sea la Iglesia, y que su ley sea el Evangelio.
Sean ustedes quienes dirijan esta barca en medio de los mares alborotados, que sus corazones sean oasis de paz para los perdidos y los abandonados y sin techo.
Cuando recen, pidan la misericordia y difundan el amor en la tierra.
Recen por los corazones duros y las mentes oscuras. No tengan miedo porque al final la luz de Cristo resplandecerá, y resplandecerá también el signo de la cruz y de la Iglesia.
Permanezcan en la fe en Jesús y no tengan miedo, y confíen en el Dios de la resurrección.
Fuente : Aleteia Líbano
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