Esta semana, el papa Francisco se vio envuelto en una
polémica disputa en Argentina, luego de que el diario La Nación, de línea
opositora al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, publicara en la tapa
de su edición del domingo una nota en donde sostenía que el Sumo Pontífice, “preocupado
por la situación del país”, habría convocado al diálogo a funcionarios del
Gobierno, sindicalistas y empresarios, hecho que fue inmediatamente desmentido
desde el entorno papal.
El autor del artículo, Mariano
Obarrio, incluso confirmó al próximo 19 de marzo y a la Ciudad del Vaticano
como fecha y lugar de la reunión y subrayó
que el objetivo de Francisco era “garantizar la paz social” en el país, luego
de que Cristina denunciara una conspiración de sectores del empresariado
y de la oposición para “forzar un acortamiento del mandato presidencial”, según
destacó en su artículo.
Aunque Obarrio citó a “fuentes
directamente vinculadas con la iniciativa”, la periodista del diario Crónica Alicia Barrios, estrecha amiga del Papa, informó
que el propio Francisco negó la reunión en una conversación telefónica que
mantuvo con ella y que ni siquiera estaba enterado del discurso de la
Presidente.
Inmediatamente, el Gobierno dio a
conocer su postura a través del Jefe de Gabinete nacional, Jorge Capitanich,
quien sostuvo que esta situación en realidad es parte de “una operación con un
interés político determinado” y concluyó: “estamos preocupados con la
manipulación periodística del Papa”.
Sin embargo, el matutino redobló
la apuesta y, en lugar de contradecirse, dos días después confirmó su
publicación y resaltó la polémica que había generado la nota original y la
difusión ocasionada entre los distintos sectores políticos.
Esta no es la primera vez que se
menciona a Francisco preocupado por la situación social del país, dado que en
diciembre el Papa se comunicó con la Arquidiócesis de Córdoba para conocer en
detalle el escenario desatado por una huelga policial que derivó en una ola de
violentos saqueos en distintas ciudades del país.
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