La inseguridad es uno de las principales preocupaciones de
los argentinos que habitan en alguna de las grandes ciudades. No es necesario
acudir a encuestas para comprender esta situación, dado que sólo basta con
conversar con algún ciudadano para que confirme que ha sido víctima de algún
delito o, bien, conoce alguien que lo haya sido.
La ola
de linchamientos a ladrones que han sido descubiertos delinquiendo por los
ciudadanos y que hasta el día de ayer llegaban a ocho en poco más de una semana
y en distintas ciudades, no responde directa y exclusivamente a ese exceso de
violencia con que suceden los asaltos y cada vez con mayor frecuencia. Existe
un factor estadístico que predomina y que es lo que preocupa más a las víctimas
de los delincuentes: apenas tres de cada cien delitos denunciados finalizan con
una condena firme, según el último informe expedido por el Ministerio de
Justicia de La Nación.
Si bien
hay un sector cercano al Gobierno que no niega estas cifras, éste también
sostiene que esta situación es manipulada deliberadamente por medios de
comunicación que insisten en instaurar el tema inseguridad en la agenda
cotidiana. La insistencia mediática es verdadera, pero los linchamientos
comenzaron a ocurrir como consecuencia directa de la falta de respuesta del
sector judicial ante la creciente cantidad de robos que sufren distintos
sectores de la sociedad.
Uno de
los casos más resonantes tuvo como protagonista al actor y abogado Gerardo
Romano, quien el miércoles impidió que un grupo de vecinos del barrio porteño
de Palermo agreda a un joven que acaba de atacar a una turista norteamericana.
El joven acusado, que contaba con antecedentes penales, apenas estuvo catorce
horas demorado y ya se encuentra nuevamente en libertad.
Situaciones
como esta se repiten en distintas denuncias y esto es lo que ha llevado a la
reacción social. Sin embargo, y a pesar de la notoriedad que han tomado los
linchamientos en los distintos medios, un sondeo realizado por la consultora D’Alessio
Irol indica que apenas una tercera parte de la población acepta esta metodología
como método de justicia y que el principal motivo de esta reacción es el
cansancio de ser asaltados.
No hubo
agrupación política, ni organismo que no condenara estos ataques y fue la
mismísima presidente Cristina Fernández de Kirchner quien sostuvo que “la
venganza es la prehistoria”, mientras resaltaba el gesto de aquellos que
repudiaron estos linchamientos. Esto es algo que toda la sociedad debe
comprender dado que es en unidad como se puede parar esta ola de violencia y en
unidad es como se debe exigir políticas que ayuden a generar posibles
soluciones que contribuyan a erradicar la inseguridad, pero no justificando
actos que solo pueden promover más crímenes, porque es como afirmó el
Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, “si
es por mano propia, no es justicia”.
(fotografía: Minuto Uno)
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