Es mi deber como propietario de un incipiente portal de
noticias manifestar mi repudio contra todo tipo de acto violento y
fundamentalista, pero no puedo tampoco dejar de lado las reflexiones que surgen
de tan infausto suceso.
La revista francesa Charlie Hebdo dedicada a la sátira
provocativa aunque igualitaria contra religiones y personalidades de todo el
mundo parece ser hoy con el lema ‘’yo soy charlie’’ una suerte de estandarte de
heroísmo libertario.
Mas allá de las lamentables pérdidas humanas que jamás se
justifican este suceso era evitable, los miembros de la publicación contaban
con protección policial porque ya habían sido advertidos y así como gozaron de
la libertad de expresión también tuvieron la libre elección de morir por lo que
creían, lástima que con esta ultima condenaban a muchos a su mismo destino y no
tuvieron en cuenta las consecuencias globales que podían tener sus acciones.
Me considero liberal o tolerante pero en todo hay límites,
el ser humano ha perdido de vista lo sagrado y una vez perdido esto, ya no
queda nada trascendente por que el hombre es finito y sus ideales humanos
corren el riesgo de perderse, relativizarse, etc.
No me olvido de cuando esa publicación puso en su portada
una imagen representando a la Santísima Trinidad teniendo sexo entre ellos, la
excusa usualmente de los autores es ‘’querer hacer reflexionar’’ pero su modo
de hacerlo es chocante, agresivo y a veces cruel, con esto en mente uno puede
decir me limito a ignorarlos o a no consumir estos productos pero las cosas no
son tan simples, el modelo imperante actual tiende a favorecer su publicación e
ignorarlos no conduciría a nada, sería casi una negación.
La ciencia nos plantea reflexiones que pueden herir
susceptibilidades según las creencias pero el científico habitualmente es un
sincero buscador de la verdad y no busca provocar.
Confiemos en que la escalada de violencia extremista y las
provocaciones de los artistas de todo tipo se reduzcan pero no convirtamos en ídolos
a estos últimos, ellos han optado por este camino.. Después no hay lamentos.-
Ezequiel Toti
Traditio Magazine
Estimado Ezequiel:
ResponderEliminarNo esperaba de usted menos claridad.
Cuando la libertad de expresión es cercenada, todos debemos pronunciarnos
y más los comunicadores.
Conoce usted mi postura personal respecto del silencio que le daría a estos hechos
provocados por quienes buscan prensa para el terror y la encuentran.
Intuyo en su mensaje el deseo de llamar a la responsabilidad cristianamente asumida
en todo lo que hagamos, pero claro, no todos somos cristianos.
"Ojo por ojo y diente por diente" parece ser de vigente actualidad, y es lo que no debemos
permitir que nos pase.
Lo felicito en su carácter de propietario del portal. Son expresiones que no caerán en el vacío y tal vez en algún momento alguien quiera hacerle pagar un costo. pero solo la verdad "nos hace libres" y el sí a la vida vale para todo.
Un abrazo fraterno en Cristo.
Eva Lucero de Ortega