Transcribimos el anuncio de muerte de Mons. Carloni redactado por nuestro columinsta Francisco Acedo. Desde Traditio rogamos una oracion en su memoria luego de una vida de entrega.
Con enorme pesar el Real Capítulo de Caballeros de Santo Antonio de Lisboa participa el fallecimiento de Monseñor Don Antonio Carloni, Capellán Efectivo del mismo, ayer por la tarde en su residencia romana, a la edad de ochenta y siete años. Monseñor Carloni era Protonotario Apostólico Supranumerario, Penitenciario Mayor de la Pontificia Basílica de Santa María ad Martyres in Campo Marzio (Panteón), Presindente de la Asociación de Capellanes Militares de Italia, Doctor en Sagrada Teología y Exorcista. Igualmente formaba parte de varias Instituciones Académicas, Órdenes de Caballería y estaba en posesión de numerosas condecoraciones.
Con enorme pesar el Real Capítulo de Caballeros de Santo Antonio de Lisboa participa el fallecimiento de Monseñor Don Antonio Carloni, Capellán Efectivo del mismo, ayer por la tarde en su residencia romana, a la edad de ochenta y siete años. Monseñor Carloni era Protonotario Apostólico Supranumerario, Penitenciario Mayor de la Pontificia Basílica de Santa María ad Martyres in Campo Marzio (Panteón), Presindente de la Asociación de Capellanes Militares de Italia, Doctor en Sagrada Teología y Exorcista. Igualmente formaba parte de varias Instituciones Académicas, Órdenes de Caballería y estaba en posesión de numerosas condecoraciones.
Su vida estuvo entregada al servicio de la Santa Madre Iglesia y ejerció su pastoral desde la humildad, el amor y el perdón. Persona entrañable, era enormemente querido y siempre acudía a cuantos lugares se requería su presencia, especialmente en los lugares más desfavorecidos. Trabajó al lado de grandes purpurados, entre ellos el Cardenal Tisserant. Conoció profundamente a San Pío de Pietrelcina, cuya figura lo marcó toda la vida.
Era habitual verlo por Roma en autobús o caminando, con un simple alzacuellos, mientras guardaba el pectoral en el bolsillo de la chaqueta, así como el anillo pontifical. Traducía su espiritualidad a través de su delicadeza en la Sagrada Liturgia y en sus homilías, cercanas y llenas de ternura y afecto, además de en todos sus actos, lo que le granjearon enormes simpatías a lo largo de su prolongada vida.
El Real Capítulo de Caballeros de Santo Antonio de Lisboa hace público su pesar por tan triste noticia, pero espera que ya esté celebrando la Eterna Liturgia en la Casa del Padre, donde le habrán recibido los Mártires a quienes tanta devoción profesaba. Al mismo tiempo transmite sus públicas condolencias a sus familiares y encarga a todos sus Capellanes que celebren Sufragios para el eterno descanso de su alma.
Descanse en paz tan buen Pastor.
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