viernes, 1 de febrero de 2019






En cierto modo, todos nos sentimos atraídos hacia la vanidad, hacia la búsqueda de originalidad. Hoy se suele hablar de "cuidar la imagen" o de "tratar de dar buena imagen". Para poder tener éxito, aunque sea mínimo, necesitamos ganar crédito a los ojos de los demás con algo inédito, original. En cierto aspecto, esto puede poner de manifiesto un inocente deseo de ser bien acogidos. Pero a menudo se infiltra el orgullo, la búsqueda desmesurada de nosotros mismos, el egoísmo y el afán de dominio. En realidad, centrar la vida en nosotros mismos es una trampa mortal:  sólo podemos ser nosotros mismos si nos abrimos en el amor, amando a Dios y a nuestros hermanos.

DISCURSO DEL SANTO PADRE
DURANTE EL ENCUENTRO CON LOS JÓVENES
ANTE AL BASÍLICA DE SANTA MARÍA DE LOS ÁNGELES

Domingo 17 de junio de 2007

0 comentarios:

Publicar un comentario