''Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.'' (Lc. 2:14)
Con el nacimiento de Cristo la historia cambia para siempre al punto de dividirse en ''antes de Cristo'' y ''después de Cristo''; la naturaleza sufriente de la persona humana adquiere ahora un nuevo significado: Dios mismo se ha encarnado, sufre, muere y resucita, por lo tanto el dolor y la muerte ya no son un sin sentido.
Demosle posada a María y José, con humildad, obediencia y un si definitivo, de manera que el bebe del pesebre que nació en una gruta, nazca en nuestros imperfectos pero esperanzados corazones.
¡Feliz y Santa Navidad!
Ezequiel Toti
Vicario de la Presidencia Internacional
Presidente de la Delegación ''Gral. Manuel Belgrano''
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