El pasado 12 de diciembre, la CNN dedicó un largo y abundantemente ilustrado artículo a la Sábana Santa, donde mis declaraciones han sido manipuladas para dar la idea de la pasión emocional de aquellos que se acercan al Sudario creyendo en su autenticidad, en contraste con el rigor científico de aquellos que lo consideran falso. Es realmente un mal ejemplo de periodismo, un artículo pobre y poco profesional.
Por la Prof. Emanuela Marinelli
(Miembro del Comité Científico de Rinnovamento nella Tradizione)
Como regalo inesperado de Navidad, el pasado 12 de diciembre la CNN dedicó un largo artículo a la Sábana Santa, abundantemente ilustrada, en la sección "Travel".
Mis amigos periodistas siempre me han enseñado que para movilizar a los medios de comunicación, especialmente los grandes, se necesitan noticias, un evento; al menos para justificar el artículo. Por lo tanto, me picó la curiosidad y quise leer qué ha pasado, ya que no he oído hablar de nuevos descubrimientos o de que vayan a exponer la Sábana Santa pronto.
Para mi gran sorpresa, me entero de que el personaje al centro de atención soy yo misma, que a los veinticuatro años escuché hablar a una monja de la Sábana Santa por primera vez y siempre me ha suscitado mucho escepticismo, algo que he estado contando durante cuarenta y dos años en mis conferencias, así que no tiene nada de primicia.
Así que intento recordar quién es esta Julia Buckley que firma el artículo y encuentro entre mis correos electrónicos uno de la periodista, que se puso en contacto conmigo el pasado 12 de septiembre diciéndome que trabajaba para CNN en Londres. Deduzco que efectivamente ha leído uno de los muchos periódicos que desde hace algunos meses se han hecho eco, también en Inglaterra, de la noticia - ésta sí, muy importante - de la publicación el 22 de marzo en Archaeometry de un importante artículo científico que niega la validez del famoso análisis de radiocarbono de la Sábana Santa. El primer periódico en hablar de ello fue, el 28 de marzo, La Bussola Quotidiana, que volvió a tratar el tema el 4 de mayo con motivo de una importante conferencia que tuvo lugar en la Universidad de Catania.
La diligente Julia quiso entrevistarme y también me metió un poco de prisa para responder a sus catorce preguntas que se centraron mucho en mi historia, mi experiencia personal y el significado de la Sábana Santa. Aseguraba que estaba interesada en mi trabajo y que quería entender la mentalidad de los peregrinos. Inmediatamente me puse a trabajar. Su pregunta más importante en mi opinión era: "¿Por qué cree que la datación realizada en 1988 es incorrecta?". En la respuesta, por supuesto, cito el artículo de Archaeometry.
El 20 de septiembre le envié a Buckley mis extensas respuestas, veinte mil líneas, que cayeron inmediatamente después en un olvido inquietante. Ni un “gracias”, ni siquiera una respuesta a mi usual petición automática del aviso de lectura (por cierto, la periodista ni siquiera me informó de la publicación del artículo; al menos para disculparme por el silencio anterior).
Ahora entiendo por qué: lo que ella quería escribir era un artículo en el que se pudiera demostrar la pasión emocional de quienes se acercan a la Sábana Santa creyendo en su autenticidad, en contraposición al rigor científico de quienes la consideran falsa. Para transmitir este mensaje, el artículo de Archaeometry tuvo que ser vergonzosamente - y torpemente – silenciado porque era demasiado incómodo. En su lugar se da voz a un guía turístico y a un profesor de psicología experto en creencias paranormales. Se destaca el artículo de Matteo Borrini y Luigi Garlaschelli, que en 2018 declararon falsa la Sábana Santa en base a su análisis de los flujos sanguíneos, investigación ampliamente negada por otros estudiosos: se ha hablado de ello ampliamente en La Bussola Quotidiana el 18 de julio de 2018 y el 21 de febrero de 2019.
Las entrevistas del artículo se utilizan - y sólo Dios sabe cuánto las ha cortado y adaptado Buckley, visto lo que hizo con las mías- para reducir la Sábana Santa a un espectáculo de locos que sirve solamente para despertar emociones. Para dirigir aún más al lector hacia la idea del peregrino curioso, ignorante y crédulo, el artículo va acompañado no sólo por una tabla cronológica que se detiene en 2018 - concretamente en los estudios de los investigadores que creen que los flujos de sangre son falsos - sino también por una foto de la figura frontal del hombre de la Sábana Santa con los flujos de sangre "incoherentes" respecto a una crucifixión real y también por otras nueve imágenes que representan a los peregrinos en fila o tomando fotos, recuerdos, fotos y cuadros que representan la Sábana Santa - subrayando que es una gran chollo para los vendedores - y al final un rostro de Jesús en una bufanda, con la leyenda que ilustra cómo estas cosas son "populares entre los católicos". ¿Y en teoría todo este gran mercado de la Sábana Santa sucede en Turín? ¿En Nochebuena? ¿Sin siquiera la Sábana Santa expuesta? Me parece que la pobre Julia nunca ha puesto un pie en Turín en su vida y sobre todo que no ha hecho un buen servicio a la CNN escribiendo un artículo tan poco profesional.
Aprovechando el tirón de este artículo ya ha salido otro aún más ridículo, escrito por Sean Martin para el Express en el que dice: "Pero ahora un grupo de cristianos cree que el antiguo lienzo ha sido enviado por Dios, aunque no haya envuelto a Cristo, porque el objeto es bíblico en sí mismo y ha atraído a más creyentes al cristianismo". En este artículo la parte del león la hace el artículo de Borrini y Garlaschelli, obviamente sin mencionar las críticas que ha recibido. Por lo tanto a los ingleses se les informa así: distanciándolos de la realidad. Y eso que el Brexit todavía no ha llegado...
Fuente: www.brujulacotidiana.com
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