Por Ezequiel Toti
Como Gobernador General y Comandante en Jefe del África Oriental Italiana y Virrey de Etiopía, fue notoria y publica su constante oposición ante Mussolini sobre una alianza bélica con la Alemania nazi en numerosos coloquios.
Como conocedor desde niño, explorador junto a su tío Luigi duque de los Abruzzos y desarrollador de técnicas e innovaciones en África sobre la guerra en suelo africano dijo:
“Tenemos una tierra feliz como la América. Una guerra la destruiría antes de cosechar los frutos preciosos que custodia como secretos”.
Sabiendo de la disparidad de la guerra contra los británicos autorizó a los nativos bajo su comando a volver con sus tropas a sus aldeas pero sólo una quincena de la ellos lo hizo. Los italianos y africanos con gran valor y dispuestos a luchar hasta la última gota de sangre y gota de agua, demostraron un fuerte lazo a través de este auténtico líder ejemplar, definido por Pío XII como “ejemplo de soldado, de militar y de noble”.
Prisionero de guerra y habiéndose negado a ser liberado, sufriendo la misma suerte que sus soldados, murió el 3 de marzo de 1942 en el hospital militar de Nairobi producto de la malaria y la tuberculosis.
Luego de haberse confesado con el Padre Boratto le dijo: “Que bello es morir en Paz con Dios, con los hombres, consigo mismo”.
En las últimas páginas de su diario escribió: “…Sale el sol, rezo en esta hora Divina en la cual el dia ha pasado y la noche aun no llegó. Me siento en paz, en estado de euforia espiritual, agradezco a Dios clemente y misericordioso por las gracias, las alegrías y los dolores que El me ha mandado en su omnipotencia y en estas alabanzas no le pido favores, estoy pagado solo de exaltar su grandeza…”
En su funeral hasta los soldados británicos utilizaron el luto como signo de respeto.
Sus restos por expresa voluntad descansan en el Sacrario Militare Italiano de Nyeri en Kenia con sus 676 soldados.
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