miércoles, 16 de agosto de 2017






 Hoy en el día de San Esteban de Hungría, cuyo nombre por cierto significa ''coronado'', recordamos el gran logro que supo dar a su Patria : La conversión del reino al Catolicismo.


A su vez, mañana jueves 17, se conmemora el cumpleaños del Beato Emperador Carlos I que fue coronado precisamente con la misma corona de San Esteban el 30 de diciembre de 1916.





San Esteban podría ser incluido entre aquellos que defendieron una Europa basada en sus raíces cristianas, con los aportes de la cultura greco-latina y de los germanos, mientras que el Beato Carlos fue un digno continuador de esta ''Christianitas'' donde se produjo un clima de tolerancia y de ''unión en la diversidad'' sin dejar de lado la base fundacional cultural y religiosa del cristianismo que hoy por cierto a través de lo políticamente correcto es negada.


Hoy Hungría es uno de los pocos faros de Europa que siguen iluminando y con su ejemplo nos recuerdan el camino al cual volver, su nueva constitución no en vano comienza así :



Dios salve a Hungría.
Nosotros, el pueblo de Hungría, conscientes de nuestra responsabilidad, decimos lo siguiente a todos los húngaros, en este principio de milenio:
- Estamos orgullosos de que nuestro rey Esteban, santo patrón de Hungría durante mil años, haya fundado sobre buenos cimientos nuestra patria, incorporándola a la Europa cristiana.

- Estamos orgullosos de nuestros antepasados, que perseveraron en ella y lucharon por la libertad y la independencia de nuestra patria.

- Estamos orgullosos de los grandes logros espirituales del pueblo húngaro.

- Estamos orgullosos de que nuestro pueblo haya defendido Europa durante mil años, y que sus valores comunes se hayan enriquecido con sus talentos y sus esfuerzos.

- Reconocemos el papel del cristianismo en la supervivencia de la nación.

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