“Si no hay fraternidad siempre habrá buitres
dispuestos a rapiñar nuestro país.” (Misa en Luján, 8 de Marzo del 2020)
Por Leila Estabre*
La
misa celebrada en Luján, villa fundada por la Patrona de nuestra Patria, sin
dudas fue emocionante. Un encuentro que logró convocar a más de cien mil
personas bajo un solo pedido y una misma voz: honrar la vida. Allí, creyentes y
no creyentes, compartimos y palpitamos con un mismo corazón.
Estoicamente,
soportamos el sol, la falta de aire, el ambiente húmedo pero festivo. De a
ratos, las nubes tapaban el Sol, para dar un respiro al calor. Sin embargo,
cada palabra dicha desde el escenario fue escuchada con suma atención por todo
oído, cada oración llegaba al alma de todos quienes allí nos encontrábamos
unidos, hermanados por una misma causa.
La
causa que nos convocó y nos convoca es la causa de la Patria misma.
Es el alma
del Pueblo que como un pequeño David se enfrenta a los poderosos. Conocidos son
los propulsores de las leyes antinacionales en Argentina, no los nombraremos.
Aquí nos interesa hablar de lo que importa: el Pueblo argentino canta y camina
junto a la Madre de Luján, bajo el manto de María. Reconocemos que incluso no
creyentes y no católicos acudieron a los pies de María en busca de amparo y de
su apoyo maternal, ella no distingue entre sus hijos, ellos son el pueblo.
Es
un hecho que no puede ser negado u ocultado por ninguno de los Goliats de
nuestra Patria, que por supuesto, son los mismos que la detestan y nos
conducen hacia la dependencia cultural, económica, social, hacia la disolución
nacional y espiritual.
A pesar de sus intentos por invisibilizar, con
calumnias, mentiras y estigmatización, a la verdad y el sentimiento de nuestro
pueblo, no logran acallar sus anhelos. Todo esto se pudo respirar en el aire
dulce del domingo 8 de Marzo.
“Sí
a las Mujeres, Sí a la Vida”, un mensaje que recorre la Argentina. La
revalorización de la mujer en su defensa.
Se nos habló claramente sobre la
Cultura de La Vida, en contraposición de la Cultura del Descarte. La primera,
que nos invita a respetar y cuidar a la vida humana como centro de la
construcción comunitaria, la segunda, una cultura que descarta a aquellos seres
humanos que estorban en la composición materialista del mundo. ¿Qué papel juega
la mujer? Ella nos enseña, es Maestra, a imagen de María, a trabajar por la
cultura del cuidado de la vida. En cada ámbito en que se desempeñe: familiar,
laboral, cultural, social. Es necesario y fundamental su aporte integral para
construir la Patria que nos merecemos.
Tenemos la profunda
convicción de que ninguna problemática social o económica se soluciona mediante
el descarte de seres humanos. Y que ninguna muerte significa victoria. Por más pequeño y
vulnerable que ese ser humano sea, la dignidad humana merece respeto y cuidado
absoluto en todas las etapas de su desarrollo. La vulnerabilidad, la pobreza,
la marginación no serán resueltas con una ley de aborto.
Frente a este panorama
la respuesta debe ser un plan nacional que contemple todas las esferas de la
gobernanza y el desarrollo del país, no el descarte de personas.
Para
finalizar, traigo las palabras del Papa emérito Benedicto (Caritas in Veritate
28) retomadas el domingo:
“Si se pierde la sensibilidad
personal y social para acoger una nueva vida también se marchitan otras formas
de acogida provechosas para la vida social.”
Que
la Virgen Gaucha continúe acompañando a su pueblo.
*Leila
Florencia Estabre es Presidente de la Delegación Padre Castellani de Rinnovamento nella Tradizione - Croce Reale, Argentina.
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